IDIOMAS

MARIETA ALONSO
Publicado en la REVISTA"EL HUMO" (México)



Me voy de viaje. En avión. Subo las escaleras de la mano de mi padre, hace mucho calor, cuando las bajo hace frío y viento. Hemos llegado a Nueva York. Aquí se habla inglés. Mi mamá habla idiomas. Mi papá y yo español.
Llevamos un mes en esta ciudad. Hemos estado viviendo con unos amigos hasta que mis padres han encontrado trabajo. Ahora dormimos en nuestra casita de Brooklyn que también es Nueva York. Mi mamá va muy elegante a su trabajo, está en una oficina. Mi papá parquea carros. Viste un mono. 
El primer día que fui al colegio la profesora me sentó en una mesa con otros niños. Estaban haciendo un rompecabezas, así que hice el mío en un santiamén. Las vocales y los números se escriben igual que en español pero las llaman de otra forma. Fui el primero en terminar y la profesora me revolvió el pelo. Intenté hablar en inglés pero no me salió. Así que estuve todo el tiempo callado.
En el recreo un niño me tiró al suelo. Allí me quedé despatarrado. Entonces, vino otro niño y le empujó más fuerte y por las señas que hacía le dijo que no volviera a tumbarme nunca más. Mi nuevo amigo me ayudó a levantarme, me sonrió en español y nos dijimos adiós con las manos. 
Al día siguiente, en el patio, le estuve buscando, cuando le encontré nos sonreímos y cada cual se fue por su lado. Él, con los niños de su clase, y yo a sentarme en una esquina a esperar que comenzara la mía.
Cada semana la profesora se explica mejor. Mi mamá me dijo que era yo quien poco a poco iba comprendiendo lo que ella decía. Sigo sin decir palabra en clase.  
Un domingo mi papá me llevó a jugar al parque. Y allí estaba mi amigo. Me acerqué, nos sonreímos como siempre y cuando me fui a marchar él me siguió. Yo corría y él venía detrás, nos subimos a una canal y nos tiramos uno detrás del otro. Estuvimos toda la mañana jugando. Mi papá se reía al verme tan feliz.
  Ayer se me soltó la lengua. Dejé boquiabiertos a la profesora y a todos mis compañeros. Llegué a casa gritando: 
-Mami, Mami, ya hablo inglés. Soy el más listo de mi clase.
Mi madre, como siempre, no tardó nada en bajarme de las nubes. Y es que ella sabe francés, alemán, inglés y español.
¡Caray! Nunca alcanzaré a mi madre. 
Aunque pensándolo bien, a lo mejor hablo francés y alemán y aún no lo sé.  




IDIOMAS, por Marieta Alonso. 
Licencia Creative Commons

Comentarios

  1. Marieta:
    Me ha hecho sonreir tu cuento. Me ha ido penetrando poco a poco, fibra a fibra hasta el fondo del corazón, inflamándolo de cariño e inmensa ternura.
    Escribes MUY BIEN.
    ¿Se te puede seguir a través de este blog?.
    Un fuerte abrazo.

    PALOMA

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  2. Gracias por el relato, Marieta.
    La comunicación no reside en el número de "idiomas" que podamos ser capaces de hablar. La verdadera, la única comunicación está en el lenguaje universal, aquel que nace desde el alma. El que nos hace desear decir con palabras lo que sentimos.
    He disfrutado.

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  3. ¡Hola, Paloma! Soy Marieta.
    Muchas gracias por esas palabras tan bonitas que me has dedicado. No sé con qué frecuencia saldrán mis cuentos. Podrías escribir tu mail en la zona izquierda donde dice: sigue el blog por mail y así te llegarán según me ha dicho mi amiga.
    Un abrazo.

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  4. ¡Hola!
    Me dices que has disfrutado leyendo mi cuento y con eso me siento feliz. ¡Qué razón tienes! El lenguaje que nace desde nuestro interior es el más valioso. El verdadero. Muchas gracias.
    Marieta.

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