DESCANSAR




Ver el suelo a tantos metros
Y sentir que me ansía,
Como si morir fuera
Un tablero
De asfalto lejano y turbio,
Un ajedrez
Donde pudrirme
En cuadrículas de huesos reventados.

Y después,
Descansar.

En el Silencio infinito.
Donde no se oigan las voces
De los que se creen dioses
Y dadores de justicia
Y no son más que miserables
Esperpentos de sí mismos.
Como yo lo soy de mí.

Conquistar el hueco
Donde es lícita la nada
Y no viven
Ni envidias,
Ni falsas palabras,
Ni mi propio llanto
Que ahora inunda las grietas
Que los otros han dejado en mí,
Con su matemática perfecta
De lo que no soy.

Desaparecer.
Y darles ese gusto,
Y a mí el descanso
De no volver a escuchar
Mis peros,
Ni mis pasos
Que cojean
Y ya no bailan.

Llegar ahí,
Donde habita el Silencio.
Latido potente
De lo que soy,
De mi perfección.
Y escucharme respirar
Entre peces y corales
En ese lugar
Donde el humano
Pervertido
Se ahogaría.

Y encontrar a
Virginia Woolf,
Tejiendo violetas
Y conversaciones
Con burbujas
Y complejos
(los míos, 
los nuestros).
Tan humana y radiante...
Y sentarme con ella
En el fondo marino
Para ver cómo el agua
todo lo lava,
Y lo pule,
Y lo olvida
Como yo
Seré olvidada
Cuando ya no esté.




Foto: http://fisica11c.wordpress.com/la-luz/

Licencia Creative Commons



Comentarios

Entradas populares