¿HABLA USTED CUBANO? Marieta Alonso Más



MADRID, ED. TALLERES DE ESCRITURA
 CREATIVA CLARA OBLIGADO, COLECCIÓN
EL PEZ VOLADOR, 2013
ISBN: 978-84-695-6975-7



       Tengo delante el ejemplar nº 19 de una serie de 200 que ha realizado en autoedición (o edición de autor) con gran entusiasmo Marieta Alonso, escritora hija de dos culturas, cubana y española, como reza en la solapa de la cubierta. Quizá por eso el título de este su primer libro de relatos sea ¿Habla usted cubano? La colección “El pez volador”, que ha iniciado su andadura con este título, está editada por Talleres de Escritura Creativa Clara Obligado.

¿Habla usted cubano? es un librito de relatos lleno de guiños, de desafíos, de humor ácido, de ternura, de una búsqueda de comprender al otro, de integrarse y de ser comprendido; y al mismo tiempo son relatos donde la adaptación al medio geográfico y cultural es uno de los grandes leit motiv.

         La autora ha dividido el libro en cinco secciones:

“Deslices”: sobre el idioma y la integración de los individuos en los lugares adonde viajan para quedarse, o quizá sería más correcto decir donde se autoexilian. Un lector atento podría decir que en él se encuentra el deseo de “parecerse a los ancestros españoles” y el de aceptación de la norma de la nueva civilización pero a costa del esfuerzo del que llega y de la sorpresiva tiranía del que lo acoge, que aquí produce una comicidad dolorida capaz de tocar los límites de la barbarie, como en Fonética castellana, el relato que cierra la serie y en el que el pobre inmigrante es salvajemente forzado a abandonar sus dialectalismos de origen. Es obvio que para Marieta Alonso la adaptación produce sangre, amputación, un inmenso dolor. En otro orden de cosas, en “Deslices” los personajes son dicharacheros, dispuestos, ávidos de conocimiento, pacientes, entregados, como el inolvidable fontanero que disfruta con la literatura y que investiga sobre Borges para poder entender sus cuentos, en especial “El Aleph”, tipo de personaje delicioso que deja una marca indeleble en el lector.

“Inocencia”: grupo de relatos protagonizado por niños, una de las voces narrativas que Marieta Alonso emplea con maravillosa soltura, quizá porque en ella aún pulsa su lado naif. Son personajes traviesos, ocurrentes, con una picardía que no pone límites al descubrimiento del mundo para disfrutarlo con la dulce falta de reflexión propia de la niñez. Desde la simplicidad de esta visión del mundo, encontramos la candidez, la sabiduría de la autora, su genialidad en la creación de niños que creen poder comerse el mundo, que sonríen en español al tiempo que dicen adiós con la mano. Sin embargo, la autora, en esa búsqueda del equilibrio que la caracteriza, nos ofrece también niños maltratados por sus padres y pequeños que se orinan de miedo.

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“Entelequias”: capítulo muy variado donde resalto los espacios-tiempo que se dan la vuelta para contarnos historias diferentes a aquellas que comenzamos a leer (como la fabulosa del anciano que sueña en un banco de la plaza, en “Quimeras”), o los relatos que comienzan contando una problemática y terminan, con un gesto de un personaje inesperado, mostrando otra totalmente diferente (en “Búsqueda de empleo”, con el mendigo que aparece en el cierre), o con una decisión del azar para que el cuento cuaje en sentido  contrario al que llevaba (en “Maneras de pensar”). Además,  encontramos otras temáticas y facturas: fantasía y realidad mezcladas en lo cotidiano o la exhortación a gozar de la contingencia de las loterías que puedan tocarnos en la vida.  

“Locuras de amor” constituye un bloque sorprendente, desconcertante como lo son las paranoias para los que se creen cuerdos, lleno de ironía, siempre de humor, y de situaciones insólitas como la de que una sirena robe el novio a una mujer que odia el agua (en “La sirena”, uno de mis relatos preferidos), o la de la monja de clausura que se alegra, por diversas circunstancias, de dejar el convento y de tener una nueva oportunidad de redireccionar su vida. Leyendo este capítulo he apreciado y degustado todos los elementos que presenta de narración oral y he imaginado de inmediato que estos cuentos podrían muy bien ser leídos a enfermos porque  su comicidad, además de ser burlona e irónica, es vivificante; incluso su tono sarcástico, en ocasiones, es de esa clase que consigue que uno se ría de sí mismo viendo reflejadas sus miserias más universales en cualquier personaje. Relatos de segura curación. 

“Barbaries”: algunos de los epígrafes que dan entrada a los cuentos son muy ricos como marco para la lectura. El del relato con el que empieza este bloque (“Pared por medio”, otro de mis favoritos): La muerte es dulce pero su antesala cruel, de Camilo J. Cela yo diría que actúa de forma global y afecta a la serie completa, en este caso, de cuentos inquietantes con grandes giros en el desarrollo de la acción, lo cual promete finales que producen incertidumbre, desasosiego o risa-mueca. Resalto también “Un saco de yute”, prueba de que la soledad aguza el ingenio y produce las ideas más descabelladas y amorales imaginables.

La búsqueda de la expresión llana y familiar trabajada cuidadosamente hasta rozar en ocasiones lo poético, descifrable por cualquier tipo de público, las frases que despiertan la reflexión (como “conocer a los amigos es lo más peligroso que existe", en “Aires de grandeza”), la sabiduría que da la experiencia, los finales sorpresivos en su mayoría divertidos o asombrosos tan típicos del microrrelato (cito aquí “Lujuria” por lo que tiene de aviso sobre la condición humana y de cómo podemos sorprendernos en algunas situaciones al adoptar actitudes impensables), el uso de una variada gama de narradores (protagonista, testigo, omnisciente), las referencias al mundo del cine y de la literatura (en “Revoltijo”), el estilo paralelístico a la hora de estructurar muchas de las historia, las elipsis, las enumeraciones, todos recursos propios del discurso oral con sabor a cuento añejo... hacen que este librito sea absolutamente recomendable. Algo que se agradece en él es la madurez de una escritora debutante y tantos momentos  brillantes. Aconsejo su lectura y relectura lentas para poder degustar mejor cada uno de estos bombones con sabor a chocolate caribeño.




Marieta Alonso y yo
en la presentación de ¿Habla usted cubano?,
en la Librería Tres rosas amarillas.

¿Habla usted cubano? y La Muerte Es Otra Cosa
 compartiendo estantería en
Mujeres & Compañía. La Librería


¿HABLA USTED CUBANO? Marieta Alonso,
Licencia Creative Commons

Comentarios

  1. Muchas gracias, Pilar, por esta reseña a mi primer libro ¿Habla usted cubano? Y mucho más por dedicarme tiempo en tus vacaciones. Un abrazo

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    1. Sabes que soy "lenta pero segura", ja ja ja. Ya sabes que es un placer leerte. ¡Me lo he pasado muy bien con tu libro!

      Un besazo gigante y soleado, =))))

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